INVESTIGAN LA MUERTE DE UN NENE DE 12 AÑOS EN QUILMES

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Salió a la calle pidiendo ayuda y se desplomó


Hace un mes Thiago Ezequiel Alvarenga, salió corriendo por la calle en San Francisco Solano. Pedía auxilio a gritos y cayó desplomado en la vereda. Aunque lo llevaron de urgencia a un hospital, murió antes de llegar y los médicos constataron que tenía dos costillas fracturadas, moretones, golpes en la cabeza y hasta signos de violación. No hay detenidos por su muerte. Tampoco se pudo establecer aún cuál fue la causa, pero existe una única certeza: antes de morir, Thiago sufrió un calvario. “A mi hermanito me lo mataron” Santiago, hermano de la víctima, quien sospecha al igual que la Justicia del entorno más cercano del chico. Thiago vivía con su mamá y la nueva pareja de la mujer, que ya hacía un tiempo se había separado del padre de ellos dos. “Ella casi no se lo dejaba ver a mi papá” La primera versión fue que había sufrido un ataque de asma. “Thiago tenía dos costillas fracturadas, golpes en la cabeza... también encontraron restos de semen en la camita de él”, sostuvo su hermano, con auténtica desesperación. Cuando su padre se separó de su mamá y volvió a formar una familia con la madre de la víctima, contó Santiago, él prácticamente no tuvo relación con esa mujer. No obstante, señaló que solía gritarle a sus hijos y alguna vez la vio “darles alguna cachetada”. “Unas semanas antes de que mi hermanito se muriera, lo habían atendido en el mismo hospital por golpes y la madre dijo que se había caído mientras trepaba a un árbol”, apuntó con desconfianza. En medio de la conmoción y el dolor, Santiago ahora tiene miedo por su otro hermano, de 9 años, que sigue viviendo bajo el mismo techo que la madre de Thiago. “Necesito sacarlo de ahí”, pidió angustiado. En las misma casa, además, se encuentra un bebé de meses, hijo de la mujer y su nuevo novio. El caso recayó en la Unidad Funcional N° 2 de San Francisco Solano y, en principio, el expediente fue caratulado como “Averiguación de causales de muerte”. Ya se realizaron allanamientos y peritajes en el domicilio donde vivía el chico con su mamá, pero todavía no hay imputados en la causa.