La Justicia probó que hubo coimas en la causa Seguros y aparecieron chats comprometedores
El juez Casanello citó a indagatoria a exfuncionarios de Casa Rosada y dio por acreditado el pago de sobornos en la contratación de pólizas estatales.
Mensajes entre la histórica secretaria de Alberto Fernández y un estrecho colaborador revelan el entramado de retornos: "Si no hacemos guita con esto somos unos pelotudos", escribió.
La investigación por la llamada causa Seguros dio un giro determinante: la Justicia dio por probado que hubo pago de coimas en la maniobra que terminó con el procesamiento del expresidente Alberto Fernández y otras 30 personas. Además, se incorporaron nuevos chats y pruebas que complican aún más a su entorno más cercano, según reveló Infobae.
El juez federal Sebastián Casanello citó a indagatoria a dos exfuncionarios de la Casa Rosada tras detectar que recibieron fajos de dinero en mano. Las pruebas surgieron del celular de María Cantero, histórica secretaria de Fernández, quien mantenía un flujo constante de mensajes con su pareja, el empresario Héctor Martínez Sosa, y con otros miembros del entorno presidencial.
Uno de los chats más llamativos fue enviado en plena campaña electoral de 2019, cuando Cantero le dijo a Daniel “El Gordo” Rodríguez, exintendente de la Quinta de Olivos: “Gordo, si no hacemos guita con esto somos unos pelotudos”. A esa frase se sumaron otros mensajes donde la funcionaria hablaba de su “PYME”, en referencia a los negocios montados en torno a las contrataciones estatales.
El entramado de corrupción se sostenía, según la Justicia, a través de cooperativas que recibían millonarias transferencias de aseguradoras favorecidas con contratos del Estado. Una de ellas, la cooperativa “7 de Mayo”, recibió casi $377 millones, de los cuales más de $239 millones provinieron de la firma San Ignacio, vinculada directamente a Martínez Sosa.
Las empresas simulaban contratar servicios de catering u otros rubros, pero no pudieron justificar ninguno de los pagos. Con esos fondos, según la investigación, el exfuncionario Mauro Tanos –ligado a La Cámpora y luego promovido por el gobierno de Javier Milei en Nación Seguros– adquirió propiedades, vehículos y hasta plateas en el estadio de River.
Tanos, echado cuando estalló el escándalo, era el nexo operativo que articulaba las coimas junto a Alfredo Del Corro, su presunto emisario. El dinero circulaba “en blanco”, mediante transferencias bancarias que simulaban contrataciones a cooperativas intermediarias.
Además de Tanos, están bajo la lupa Hugo Paz (Casa Militar) y Ariel Palmieri (Secretaría General de la Presidencia), señalados como receptores de pagos que la propia Cantero entregaba, tal como muestran las fotos y mensajes encontrados en su celular.
En medio del escándalo, Alberto Fernández pidió ampliar su declaración indagatoria pero no logró modificar su situación procesal. En redes sociales, se limitó a denunciar una persecución por su condición de peronista.